Poesía Libre

Memoria

Ahí va

en su palafrén blanco

las preces con tono franco

se hacen miel

y endulzan la inmensidad.

 

El Corán

lo traduce en romance

y un te frena el avance

mas las glosas vienen

en tempestad.

 

Ahí va

en su palafrén blanco

yo siempre soñaba

en ser su discípulo:

sólo quería saber...

El derviche y el sultán

Cierto derviche cuyas plegarias eran atendidas por Dios apareció por Bagdad. Le dieron la noticia a Hayyáy ibn Yusuf, que le hizo llamar y le dijo: «Di una plegaria por mí». Dijo [el derviche]: «¡Oh, Dios! Arrebátale la vida». Respondió: «¡Por Dios! ¿Qué clase de oración es ésta?». Contestó: «Es una buena plegaria para tí y para todos los musulmanes».

Oh prepotente que de tus súbditos te enseñoreas,

¿hasta cuándo durará tu iniquidad?

¿Y de qué te sirve tu autoridad?

¿Qué es mejor, soportar tu yugo o que te mueras?

Fuente: Golestán (La rosaleda). Sa’dí Shirazí

El mensajero del invisible

Al alba, el mensajero del Invisible albricias susurró en mi oído:

el tiempo de Sha Shoya es llegado, lánzate a beber vino.

Pasó el hallarse en los márgenes de los hombres sabios;

mil palabras diversas guardaban enla boca sus apagados labios.

Relato aquella historia y uno a mi voz el arpa,

que por guardarla oculta deardor mi pecho estalla.

Bebí el vino de casa, del censor, temeroso,

mas a brindar convida del bienamado el rostro.

Anoche, de la taberna, como carga en los hombros,

al Imam se llevaron con la alfombra de oración al hombro...

Siete rubaiyat espirituales

Autor: 

223 La diversidad de cultos divide al género humano en sesenta y dos naciones, más o menos.

En medio de todos esos dogmas, yo he escogido el de tu amor.

¿Qué significan estas palabras: impiedad, islamismo, culto, pecado?

Mi verdadero fin eres tú.

¡Lejos de mí todos esos vanos pretextos!

 

224 Cuenta mis virtudes una por una y mis defectos, perdónalos por docenas.

Cada pecado cometido, perdónalo por el amor de Dios.

No atices el fuego del odio con el soplo de las pasiones.

Perdóname en memoria de la tumba del Profeta de Dios.

 

225 En verdad, el vino en la copa es un espíritu límpido; en el cuerpo de la botella, es un alma transparente.

Ninguna persona antipática es digna de mi sociedad...

Los demás

No se debe andar

el camino sin brújula en la noche,

pero lo ando,

voy para mi aldea.

 

Ando,

vengo de Beirut.

 

Ando,

voy c

            a

                y

                   e

                        n

                            d

                                 o

                                      No sé si viviré...

¿Qué pasa?

¿Qué pasa? 

¿Qué pasa cuando tu alma

 Comienza a despertar a

Tus ojos Y a tu corazón

Y a las células de tu cuerpo

A la maravillosa

¿Travesía del Amor?

Al principio habrá risas maravillosas

Y quizás algunas lágrimas preciosas

Y cientos de dulces promesas

Y hasta compromisos heroicos

De esos que nadie llega a cumplir. 

Pero el que alguna vez hayas intentado ser un Santo

Todavía deleita y emociona a Dios.

¿Qué sucede cuando tu alma

Comienza a despertar a este mundo

A nuestra profunda necesidad de amar

¿Y servir al Amigo?  El Amadísimo

Enviará a tu lado a

Uno de Sus maravillosos y apasionados

Acompañantes- 

Como ese llamado Hafiz.

La araña

¿No has visto a la impaciente araña que pasa caprichosamente su tiempo? Teje con avidez una red maravillosa, con la esperanza de que caiga en ella una mosca. Precavidamente construye una casa que abastece con provisiones para su uso. Cuando la mosca se precipita con la cabeza para abajo en su tela, la araña chupa la sangre de la carne del pobre bichito. Después deja secarse el cadáver en el mismo lugar y continúa tomándolo como su alimentación durante un cierto tiempo. Pero de pronto el dueño de la casa se levanta, con la escoba en la mano. Ahora bien, el nido de la araña representa el mundo y la mosca, la subsistencia que Dios ha colocado en él para el hombre.

Aunque el mundo entero te estuviera destinado, lo perderías en un instante. Ya puedes glorificarte dé la realeza del mundo, que no eres más que un niño en la vía espiritual; pues tú te diviertes fuera del telón. No busques la realeza, si no has comido cerebro de asno; y sabe ¡oh insensato! que el reino del mundo está entregado a los toros. Aquel cuyo tambor y cuya bandera señalan la alta dignidad no sabría ser derviche. En cuanto a ti, aléjate de esas cosas, pues no son más que ruido y viento. En efecto, es el viento el que infla la bandera y el ruido sale del tambor; estas dos cosas valen menos que la más pequeña moneda de vellón. No hagas caracolear tanto al corcel de tu necedad, no te deleites tanto en la ilusión de tu elevada posición. Se acaba por despellejar a la pantera y así pronto se te quitará la vida.

Puesto que es imposible ser distinguido individualmente, más vale perderse voluntariamente y entrar con la cabeza baja "en el todo". No te es posible ser orgulloso, humíllate pues; ¿hasta cuándo jugarás? O agacha la cabeza y no busques la dominación, o deja el juego y no te metas en tu cabeza. Tu palacio y tu jardín no son para ti más que una prisión. Tu alma es la desgracia de tu alma. Deja esta habitación terrestre llena de ilusiones. ¿Hasta cuándo la recorrerás? Abre el ojo de la verdadera ambición y ve la vía espiritual; pon el pie en esta vía y descubre la corte celestial. Si llegas al punto de hacer llegar tu alma a esta corte, no apreciarás más la gloria del mundo.

El schaikh de Basra y Rabiah

El schaikh de Basra fue un día adonde Rabiah y le dijo: “¡Oh, tú que conoces todo lo que concierne al amor divino! enséñame una sentencia que no tengas de nadie, que no hayas dicho a nadie y que no la hayas visto verificarse. Dime lo que has encontrado claro por sí mismo, pues lo deseo ardientemente". Rabiah le dijo: " ¡Oh schaikh del tiempo! yo había trenzado algunas piezas de cuerda; las llevé (al mercado), las he vendido y me quedé contenta con la venta, pues he ganado dos piezas de plata; pero no he colocado las dos piezas en una sola mano. He cogido una de ellas en una mano y la otra en la otra, porque si las dos piezas hubieran estado juntas, no habría podido dormir en toda la noche, por temor a los ladrones. El hombre del mundo coloca su espíritu y su corazón en la sangre; coloca miles de redes de diferentes clases hasta que esté justamente en posesión de un grano de oro; cuando lo ha obtenido, se muere y buenas noches. Este oro se vuelve legítimo para su heredero, mientras que, a causa de este oro, él está entre tormentos".

¡Oh, tú que vendes al Simorg por oro y que has encendido tu corazón como la vela por el amor de este metal! si no entras del todo en la vía que te indico, no podrás adquirir la menor parcela del tesoro que allí se encuentra, ni ver el rostro de su oro.

Si pones el pie en el camino como la hormiga, a la fuerza te cogerán por el talle, fino como un cabello; pero cuando no se siente el menor amor, no se osa abordar esta ruta.

Reproche de Dios a un sufí

Autor: 

Un santo personaje, que encontraba su felicidad en Dios, se había entregado durante cuarenta años a la adoración. Había huido del mundo y se había sustentado de los secretos de Dios detrás del telón. Dios estaba íntimamente unido a él y esto le bastaba; si hubiera dejado de existir, le habría sido indiferente, puesto que Dios no habría dejado de existir. El sufí poseía un recinto en medio del cual había un árbol. Ahora bien, un pájaro había hecho su nido en este árbol. El canto de este pájaro era dulce, sus acentos eran agradables; había cien secretos en cada una de sus notas. Este servidor de Dios encontró un encanto en el suave canto de este pájaro, así como en los alrededores. Pero Dios hizo una revelación sobre este tema al profeta de aquel tiempo, que era un hombre de acción, en estos términos: "Di a este sufí que es asombroso que después de haber hecho día y noche todas sus prácticas de piedad, que después de haber ardido tantos años de amor por mí, haya acabado por venderme por un pájaro. Es cierto que este pájaro es admirable de perfección; pero al fin es el canto de un pájaro el que te ha cogido en su red. Yo, por el contrario, te he comprado y te he enseñado y tú me has vendido indignamente. ¿Te he vendido, pues, la compra? ¿He aprendido de ti la fidelidad? No te vendas gratuitamente por tan poca cosa; yo soy tu amigo, no dejes de ser el mío".

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