Poesía

Juguete de Concha

Autor: 

Ve a las cualidades de Dios y el rostro de Dios.

Vacíate, y estés allí y no estás allí,

Y cuando las letras se pierdan y desaparezcan entre

Ellas, se produce una conexión suave.

En la unión, ellas son mudas

Las palabras, tú no lanzaste cuando lanzaste

Fueron pronunciadas sin que Muhammad hablara

Las palabras, Dios dijo

Surgen del silencio.

Una medicina en el armario es medicinal

Solo cuando se disuelve en un cuerpo enfermo

Aún si cada árbol fuera cortado y dividido

Y cada tronco y cada tabla transformada en plumas,

Y si todo el océano fuese tinta y cada ser humano

Se uniera al trabajo, no habrá esperanzas de terminar

Esta creación...

Varios disfraces y máscaras

Autor: 

Un ave llegó a una pradera donde había una trampa

Granos habían sido puestos sobre el suelo

Y cerca un gallo se había envuelto en hierba

Y colocado rosas y amapolas rojas sobre mi cabeza como un sombrero.

El ave tenía una noción de que ese monte de hierba

No era todo hierba, pero a primera vista, él no tenía

Argumentos sobre que sería.

Él saltó alrededor del extraño monte y preguntó,

¿Quién eres tú, aquí afuera en la selva?

Soy un renegado, contento con vivir como una hierba

Después de la muerte de mi vecino, cerré mi tienda,

Dejé de asociarme con ningún ser humano

Y ahora trato de ser amigo del Único...

Materia prima

La esencia de la experiencia de Rabía es la adoración y entrega incondicional sólo a Dios por

puro amor a Él, a través de pobreza y caridad, confianza y oración.

‐  Constancia y abandono en Él

“Permanece en la puerta si anhelas la Belleza,

Abandona el sueño si quieres entrar.”

Éste es uno  de los versos clave de Rabía y se

explica así. “Habrá que permanecer en la puerta,

sin tratar de forzarla, a la espera, atentos a las

señales que se nos den. Y abandonar el sueño,...

Alegre es la noche

¡Compañeros, desatad el nudo del bucle del amado! Alegre es la noche, ¡prolongadla con esta historia!  

Reunidos los amigos, la íntima soledad reina, leed el Enyakad y cerrad la puerta.  

El laúd y el arpa dicen en voz alta: Prestad oído atento al mensaje de quien detenta el secreto.  

¡Por el alma del amigo! Si confiáis en las gracias efectivas, no romperá la tristeza vuestro velo.  

Entre el que ama y el amado es grande la diferencia. Si se hace esquivo el amado, seguid los requerimientos.  

Del anciano tabernero este es el primer consejo: ¡Alejaos del compañero malvado!  

Y todo el que en este círculo no esté vivo por amor... Por él, no muerto, con mi dictamen, elevad una oración.  

Y si de vosotros una limosna Hafez reclama, orientadla al labio del amado, que al corazón amansa.

Mano de madre

Habrá un plenilunio de sol,

un eclipse de mar

y un arco iris de doce colores

en una noche de amores:

tenebrosidad normal.

 

Los adolescentes cometas

parecerán

aliento de dragón

y se podrán divisar

desde los jubilosos domos

de esta ciudad.

 

La gárrula ópera

de las motocicletas

tenores y sopranos

de las aceras

serán por vez primera

presas de la calma

en un desierto en flor:

Un teatro en primavera...

Tierno tiempo de la arena

La lluvia lavaba los límites de la calma.

Yo jugaba con las arenas húmedas del partir, soñaba con coloridos viajes y sentía nostalgia.

Desplegado en el jardín había un mantel entrañable.

En el centro del mantel, como un presentimiento iluminado, un racimo de uva cubría toda la duda.

La reconstrucción del silencio me perturbó.

Vi que el árbol existía. Si existe el árbol, es claro que hay que existir.

Hay que existir y seguir las huellas de las historias contadas hasta el cauce blanco.

Mas, ay, variopinta desilusión!

El derviche en la cueva

Oí que un derviche se había alojado dentro de una cueva. Había cerrado sus puertas a lo mundanal y reyes y ricos no significaban nada para él ni tenían dignidad ante sus ojos.

Quien abre las puertas a la mendicidad

será un menesteroso mientras viva.

Sé como un rey y deja la ruindad;

que la cabeza sin codicia es altiva.

Un rey de aquella región le dijo que de los hombres con moral y afabilidad esperaba que se sentaran a compartir con él su pan y su sal. El sheij aceptó, porque aceptar una invitación es parte de la tradición. Al día siguiente el rey fue a devolverle la visita. El asceta se levantó, abrazó al soberano, se mostró amable con él y le dedicó elogios. Cuando el príncipe se hubo marchado, uno de los amigos del sheij le preguntó a éste por qué había mostrado tal afecto al rey, cosa no corriente en él y que nunca había presenciado...

Historia de un rey

Oí que un rey pasó toda la noche de jolgorio hasta el amanecer y que al final decía borracho:

En mi vida tuve momento más feliz que éste,

ni en el bien ni en el mal pienso ni sufro por el mal ajeno.

Un derviche que dormía desnudo a la intemperie dijo:

Oh tú, en el mundo nadie hay con tu suerte;

sé que no te aflige la pena ajena, yo tampoco me apeno...

Kiumars; Rey de Persia

Autor: 

¿Quién, según el relato de Dehgan, ha buscado en la tierra la corona del poderío? ¿Quién ha colocado la diadema sobre su frente? Nadie en el mundo ha conservado el recuerdo, si no es un hijo que haya recibido de su padre las tradiciones, y quien, según las palabras de su padre, te cuenta a través de quien el glorioso poder fue  creado, y quien de entre esos reyes alcanzó el más alto poderío.Un hombre que ha leído en un libro antiguo que contiene las historias de los héroes, dice que Kiumars fue el que instituyó el trono y la corona y que fue el primer rey .Cuando el sol entró bajo el signo de Capricornio, el mundo se llenó de esplendor, de orden y de luz; el sol brilló bajo el signo de Capricornio, de madera que el mundo se rejuveneció enteramente: entonces, Kiumars se convirtió en el dueño del mundo...

Memoria

Ahí va

en su palafrén blanco

las preces con tono franco

se hacen miel

y endulzan la inmensidad.

 

El Corán

lo traduce en romance

y un te frena el avance

mas las glosas vienen

en tempestad.

 

Ahí va

en su palafrén blanco

yo siempre soñaba

en ser su discípulo:

sólo quería saber...

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