Mi dulce ángel estrellado
No has bailado tan mal, querido mío,
Intentando tomar las manos del Bello
Ser.
A pesar de que has danzado con gran
estilo,
Mi dulce ángel estrellado
No has alcanzado al corazón de Dios.
Nuestro compañero de baile es
particularmente difícil de seguir,
E incluso es a veces difícil escuchar a
Sus mejores músicos.
Así que qué importa si la música se
detuvo por un instante.
Qué importa
Si el precio a pagar para acceder a lo
Divino...