Poesía

Sobre el carácter de los reyes (cuento 2)

Un rey de Jorasán vio en sueños al sultán Mahmud Sabokta-kin. Su cuerpo estaba

despedazado y convertido en polvo, salvo sus ojos, que giraban y giraban en sus cuencas

mirando a su alrededor. Todos los sabios juntos no pudieron interpretar su sueño, salvo

un derviche, que tras presentar sus respetos dijo: «Aún se estremece porque su reino a

otros pertenece».

Sobre Alejandro

Cuando Alejandro moría en su expedición en favor de la religión, Aristóteles le dijo: — ¡Oh monarca de la fe! durante toda tu vida no has cesado de dar instrucciones imperiosas; pero hoy, tú mismo eres una advertencia para el mundo". ¡Oh corazón mío!, recibe esta advertencia en medio de este torbellino de desgracia. Permanece atento y vigilante, pues la muerte te persigue. Te he hecho oír el lenguaje de los pájaros y todos sus discursos. A ti te toca comprender, ¡oh ignorante! Los pájaros están en el número de los amantes cuando se vuelan de su jaula antes de la muerte. Cada uno de ellos se ha explicado y  enunciado diferentemente, pues cada uno tiene una manera particular de expresarse. Antes que al Simorg ha encontrado la piedra filosofal, aquel que ha comprendido el lenguaje de todos estos pájaros.

¿Cómo conocerás la felicidad de los espiritualistas en medio de la sabiduría de los griegos?...

Galerías

No querría, no querría

huir de mi laberinto,

del laberinto de los míos,

de mis compañeros

donde supuran los mosquitos de la corrupción

mientras mis compañeros se resignan a la muerte

día a día,

la muerte que se extiende a lo largo de la vida

como la eternidad.

No querría, no querría contar

mi laberinto,

yo que soy libre, libre

entre tres muros

y el cuarto es una galería que se extiende

como la eternidad...

Oasís en el instante

Si venís a buscar me estaré más allá de la tierra nada.

Más allá de la tierra nada hay un lugar.

Más allá de la tierra nada las venas del aire están llenas de villanos mensajeros que nos traen noticias de una flor recién abierta en el arbusto del extremo confín de la tierra.

En la arena hay dibujos de cascos de caballos, de sutiles jinetes que al alba se dirigieron hacia las alturas ebrias de la asunción de la amapola.

Más allá de esa tierra nada, el guardasol de deseo permanece abierto: y cuando la brisa de la sed corre por el fondo de una hoja se oyen las campanas de la lluvia...

El rey injusto

Un rey injusto le preguntó a un asceta: «¿Cuál es la mejor obra?». Contestó: «Para ti dormir la siesta, pues así dejarías a la gente en paz durante un rato».

Vi a un tirano por el sueño vencido

y me dije: «Este déspota mejor si está dormido».

El que es más bueno dormido que despierto

para mortificar a los demás, mejor sí está muerto.

La rueda del destino (Rubaiyat)

Autor: 

¡Oh rueda del destino!: la destrucción procede de tu odio implacable. La tiranía es para ti un acto predilecto, que cometes desde el comienzo de los siglos. Y tú también ¡oh tierra!, si lográsemos explorar en tu seno, cuántos tesoros inapreciables encontraríamos en ti... El correr de mi existencia se agotará en pocos días. Pasará como el viento del desierto. Así, mientras me quede un soplo de vida, habrá dos días que no me inquietarán jamás: aquel que no ha llegado; aquel que ya pasó. Este rubí precioso procede de una mina aparte. Nuestras diferentes conclusiones sobre esta materia son erróneas, porque el enigma del verdadero amor se explica en un lenguaje aparte.

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