A MI MADRE
Añoro el pan de mi madre,
el café de mi madre,
las caricias de mi madre…
Día tras día
en mí crece la infancia,
pero amo mi edad, pues
de morir
me avergonzarían las lágrimas de mi madre.
Añoro el pan de mi madre,
el café de mi madre,
las caricias de mi madre…
Día tras día
en mí crece la infancia,
pero amo mi edad, pues
de morir
me avergonzarían las lágrimas de mi madre.
La noche se desliza por las estepas,
Las manos de las nubes pasan por el horizonte
Y las tinieblas duermen,
En impresionante calma,
Bajo las alas del silencio...
No querría, no querría
huir de mi laberinto,
del laberinto de los míos,
de mis compañeros
donde supuran los mosquitos de la corrupción
mientras mis compañeros se resignan a la muerte
día a día,
la muerte que se extiende a lo largo de la vida
como la eternidad.
No querría, no querría contar
mi laberinto,
yo que soy libre, libre
entre tres muros
y el cuarto es una galería que se extiende
como la eternidad.
Debajo de las murallas hay otras murallas
que ocultan otras murallas:
Ur y Jericó, Nínive y Nimrud.
Y sobre las ruinas,
donde se han desvanecido los suspiros de los enamorados
y el crujir de dientes de los desnudos esclavos,
hay unas colinas, habitadas por hormigas y por grillos,
que reverdecen por primavera...
Llené una copa con mis palabras,
las destilé, las hice fermentar, las dejé envejecer
y las escancié generosamente
en las bocas de quienes las deseaban para expresarse.
Y dijeron amor y la mejor broma,
y el deseo se tornó en palabras
que salían de gargantas de oro, de gargantas de plata,
en las que tarareaban las palabras
y hacían albórbolas en las bodas de nuestras aldeas...
Llené una copa con mis palabras,
Balas
en la noche de luna llena
surcaron las colinas y los caminos.
Balas
chocaron contra los muros
y golpearon las puertas y las ventanas.
Iban dirigidas a los corazones y a las entrañas.
Balas
por detrás de las piedras,
a través de los desfiladeros,
por detrás de los sacos de arena.
Balas.
Se esparcen por las piedras arrayanes de sangre
y se pegan adornos de sangre en las paredes.
Balas
y gelignita
arrojan los cuerpos a las hienas.
Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
Los asientos no se acuerdan de nada
pero se han sentado igual que nosotros,
aquí descansan
El pájaro ha jugado
a su gran juego.
Ha creado la rosa, le ha dado
forma en seis días
y el séptimo día se ha dormido.
El pájaro se ha cansado de crear,
Al alba
Yo resistiré...
Mientras haya en el muro una página en blanco
y no se derritan los dedos de mi mano.
Aquí, alguien pulsa
un mensaje a través del muro.
Nuestros hilos se han convertido en nuestras venas,
las venas de estos muros.
Toda nuestra sangre se derrama
en las venas de estos muros...
Un mensaje a través del muro:
Ellos han cerrado una celda,
han matado a un prisionero,
han abierto otra celda
y han llevado a un prisionero...
Aquella noche
Las caras se desvanecieron en torno nuestro
Y todo desapareció
Menos el brillo azul de
Tus ojos y la llamada
En aquel brillante azul
Donde mi corazón
Navegó cual barco
Guiado por las olas.
Las olas nos condujeron
A un mar sin playas,
Sin límites
Y sin resistencia
A que las olas contaran
La eterna historia de la vida
Resumida
En una mirada.
Y la tierra se inundó con
El impulso de la marea, el viento y la lluvia.
Después de la lluvia:
soles en las nubes y en los riachuelos,
dulces de almendras y de avellanas,
miel de dátiles y un pan caliente.
I
Un día pensé en partir. Un jilguero
se posó en mi mano y se durmió.
Me bastaba con acariciar el pámpano de una
parra, deprisa,
para que ella supiera que mi copa estaba llena,
acostarme temprano
para que ella viera mi sueño y prolongara su noche para
velarlo,
que una de mis cartas llegara
para que ella supiera que mi dirección había cambiado
en el seno de las cárceles y que
mis días revoloteaban en torno a ella
y ante ella...
A diferencia de la cultura occidental y cristiana, que ha mantenido a lo largo de su historia una pugna entre la Fe y la Razón, la cultura árabe y la religión islámica, como ingrediente principal de la misma, nunca han mantenido, sino hasta época moderna, una batalla de similares características.
Desde el medievo, la tecnología y las diferentes ciencias, aplicaciones y campos del saber se integran en la Ciencias del Islam (‘Ulūm), desde la filología, la filosofía, el álgebra, la medicina, y otras. Lo hacen además con total naturalidad, ya que para los musulmanes el mundo en el que habitamos es una realidad que emana de Dios. Las diferentes interpretaciones para explicar el mundo, y cuales fueran los cambios de esquemas a los que se ven sometidos por parte de los eruditos y científicos, se integran en un plan divino. La creación, para Avicena, es fruto de la ciencia y de la actividad intelectual de Dios. Por tanto, la ciencia es una forma de conocimiento, y además de alcance universal (Cruz Hernández, 1981: 240). Es de todos conocido cómo la cultura árabe medieval no sólo colaboró en la recensión de la ciencia griega y de la antigüedad sino que la amplió en numerosos campos, como el de la medicina, el álgebra o la astronomía (Vernet, 1986).
Ha huido el dulce viento del verano,
se retiran las flores,
los pájaros preparan su partida
hacia lejanas tierras, cálidas y apacibles.
En la terraza, las primeras ráfagas
del frío, colorean las mejillas
de mi amado, que añora
parajes nunca vistos....
Tengo una abuela como la palmera de los ribazos, cuarteada por los años.
Nos protege con su ternura, mientras el tiempo se adormece.
A su lado guarda el bastón, junto a las llamas mortecinas,
y el viento sigue jugueteando con el humo en nuestros rostros.