El lomo del león

Autor: 

Una persona encuentra a un profeta

Y de algún modo no dice:

“Señor, ayúdeme a ser”.

¿Cómo es que pides bienestar físico,

Y no una existencia verdadera?

¿Eres como un perro que amas tanto los huesos?

¿Eres como una sanguijuela que desea sólo sangre?

¿Por qué estás tan ciego a lo que el alma necesita?

Llora por ti como cuando llora una nube,

Y entonces las ramas refrescan.

El joyero

Si un hombre ingenuo y desesperado

Trajese al único joyero del pueblo,

Una piedra preciosa

Deseando venderla,

Los ojos del joyero

Comenzarían a juguetear,

Como lo hace la mayoría de los ojos en el mundo cuando te miran.

El rostro del joyero se mostraría sereno.

Él no querrá revelar el verdadero valor de la joya,

Sino que intentará mantener al hombre cautivo en su miedo y avaricia

Mientras calcula

El precio de la operación.

Pero un solo momento conmigo, querido mío,

Te mostrará

Que no existe nada,

Nada

Que Hafiz quiera de ti.

Cuando estás sentado frente a un maestro como yo,

Incluso si eres un desastre,

Mis ojos cantan con Emoción

Ellos pueden ver tu Valor Divino.

El verdadero legado

Había dos príncipes en Egipto; uno adquirió ciencia y el otro amasó dineros. En resolución, uno llegó a ser el más sabio de su época, y el otro, faraón. El rico miró con desdén al sabio y le dijo: «Yo he llegado a ser faraón y he aquí que tú sigues en la indigencia». Le respondió: «¡Oh hermano! Yo he sido el más favorecido por la gracia de Dios, pues soy heredero del legado de los profetas, es decir, de la ciencia, y tú heredero del legado del faraón y Hamán, es decir, del reino de Egipto».

Anécdota sobre José y sus hermanos

Los diez hermanos de José, para huir del hambre, vinieron desde muy lejos cerca de su hermano. Con desolación contaron su situación y pidieron algo oportuno para la dureza del año. El rostro de José estaba entonces cubierto por un velo y ante él había una copa. José golpeó visiblemente la copa con su mano y esta copa dejó oír una especie de gemido. Los diez hermanos, consternados, soltaron la lengua ante José y le dijeron todos: " ¡Oh Aziz! tú que conoces la verdad, ¿alguien sabe lo que significa el ruido que sale de esta copa? 

Es de noche

Una noche de densa oscuridad.

Sobre una rama de una vieja higuera una rana croa sin cesar, anunciando una tormenta, un diluvio, y yo estoy sumergido en el miedo.

Es de noche, y con la noche el mundo se a semeja a un cadáver en la tumba, y en el miedo me digo a mí mismo: ¿Qué pasaría si la lluvia torrencial cayera en todas partes?

¿Qué pasaría si la lluvia no parara hasta que la tierra se hundiera dentro del agua como un pequeño bote?

En esta noche de oscuridad terrible, ¿quién puede decir en qué estado estaremos cuando rompa el amanecer?

¿La luz de la mañana hará desaparecer el rostro aterrador de la tormenta?

¿Cuántos maestros del espíritu?

“¡Cuántas lluvias de largueza han caído para que el mar distribuyera perlas! ¡Cuántos soles de generosidad han brillado para que la nubes y el mar aprendieran a ser tan espléndidos!” (1)

La gran riqueza de las tradiciones y de los maestros de la historia de la humanidad no reside ni en sus creencias ni en sus doctrinas, reside en el agua y el sol. El agua de la gracia y el sol de la sabiduría.

La enseñanza de los grandes es sencilla y clara. Nos enseñan a no ser en la presencia de “el que es” y a reconocerle.

La imagen y la forma son obstáculo para reconocerle.

Su don y su sabor lo destruyen todo.

“Sólo los rotos ganan el favor del rey”.

Introducción al Golestán

Alabado sea Dios, su gloria y su majestad, que

si le obedecemos, a él nos acercamos, y si

le mostramos gratitud vemos acrecentadas

nuestras bendiciones. Cada inspiración

prolonga la vida, cada espiración alegra el ánimo; así pues, en cada respiración hay dos

bendiciones, y por cada una de ellas hay que mostrar gratitud.

¿La lengua y la mano serán suficientes

para mostrarle la gratitud que merece?

¡Familia de David! ¡Dad gracias! ¡P

ocos de mis siervos son agradecidos!

Es mejor, si uno transgrede,

al Señor pida perdón.

Que nadie comportarse puede

según lo merece Dios.

La lluvia de su ilimitada gracia ha llegado

Deja que la risa te guíe

Autor: 

Cuando vayas a comprar una granada

Escoge una que esté riendo,

Que tenga su máscara abierta

De modo que a través de su abertura

Puedes tener información

Sobre las semillas.

Escucha la risa que muestra el interior

Que agrieta la concha, y te deja ver la perla

Hay otro tipo, una risa infeliz

Como la de la anémona roja que muestra su oscuridad interior

Pero la risa de la granada está bendecida,

Como la compañía de buena gente.

Pregunta de un rey a un derviche

Un hombre comprometido en la vía del espiritualismo y cubierto de harapos iba por su camino, cuando el rey lo vio y le dijo: "¡Oh tú que estás cubierto de harapos! ¿Soy yo quien vale más que tú o eres tú quien vale más que yo?" El espiritualista le dijo: " ¡Oh ignorante! golpéate el pecho y guarda silencio. Aunque no me corresponda hacer mi propio elogio, pues el que se alaba a sí mismo no sabe lo que dice, sin embargo, puesto que debo hacerlo, no es dudoso que un hombre como yo sea mil veces mejor que un hombre como tú. En efecto, tú no conoces el gusto de la religión y tu alma concupiscente te ha reducido al estado de asno. Esta alma concupiscente te domina, señor, y estás agobiado por un peso. Día y noche envuelves tu cabeza en un cabezal y sólo actúas por sus órdenes. Todo lo que ella te ordena, a ti que no eres propio para nada, acción o no acción, debes hacerlo sin réplica; pero yo, que he conocido el secreto del corazón, he hecho de esta perra alma mi asno. Cuando esta alma se ha convertido en mi asno, me he sentado encima. Tu perra alma te domina y yo, la domino a ella; pero cuando mi asno monta sobre ti, entonces tú eres como yo y cien mil veces mejor que tus semejantes".

El hombre pobre (Cuento del Golestán)

Uno de mis amigos se quejaba diciéndome: «Tengo pocos recursos y mucha familia. No

puedo soportar la pesadumbre de la pobreza. Muchas veces he pensado en irme [solo] y

cambiar de lugar para que así, viva como viva, nadie se entere de mis penas ni de mis

alegrías:

 

Sin saberse, muchos a dormir se fueron

sin haberse llevado nada a la boca

y muchos tras agonizar murieron,

mas nadie se rasgó por ellos la ropa.

 

»He pensado en los reproches de los enemigos y en cómo se reirían de mí a mis espaldas,

viendo en los esfuerzos que hago por mi familia una falta de coraje, cómo dirían:

 

Mira a ése, es un irresponsable;

nunca verá el rostro de la felicidad,

pues él opta por la comodidad

y deja a su familia en estado miserable.

 

»Como sabes, tengo conocimientos de cálculo. Si tú pudieras usar tu posición y mediar a

fin de obtener para mí algún cargo, te estaría agradecido el resto de mis días». Dije:

«Hermano, trabajar para los reyes tiene dos facetas; esperar el sustento y temer por la vida,

y no es de sabios esperar lo primero para temer lo segundo»:

 

Nadie a la casa del pobre se presenta

para de sus impuestos pedirle cuentas;

o te conformas con la pobreza y sus inconvenientes

o dejas que de tu hígado los cuervos se alimenten.

 

Dijo: «Lo que acabas de decir no se ajusta a mí y además no has contestado a mi

proposición. ¿No has oído decir que al que traiciona le tiembla la mano al ajustar las

cuentas?».

Eh, Gente

Eh, ustedes, allí, que están sentados en la ribera,

Felices y riendo, alguien está muriendo en el agua, alguien está constantemente luchando en este enojado, pesado, oscuro, mar familiar,

Cuando ustedes están borrachos con la idea de poner sus manos sobre su enemigo,

Cuando piensan en vano que han dado una mano a una persona débil para producir una persona más débil, cuando se ajustan sus cinturones,

¿Cuándo, cuándo les anunciaré que alguien en el aguase está sacrificando en vano?

Eh, ustedes, allí, que están sentados placenteramente en la ribera, pan sobre sus manteles, ropa sobre sus cuerpos, alguien los está llamando desde el agua.

Él golpea la pesada ola con su mano cansada, su boca abierta, sus ojos que se vuelven a abrir con terror, él ha visto sus sombras desde lejos,

Ha tragado agua en la profundidad azul oscuro, a cada momento su impaciencia crece. Levanta de esas aguas por momentos un pie, por momentos su cabeza...

Eh, ustedes, allí, él todavía tiene sus ojos en este viejo mundo desde lejos,..

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