Alhambra

Grata la voz del agua

a quien abrumaron negras arenas,

grato a la mano cóncava

el mármol circular de la columna,

gratos los finos laberintos del agua

entre los limoneros,

grata la música del zéjel,

grato el amor y grata la plegaria

dirigida a un Dios que está solo,

grato el jazmín.

Grandes de la literatura iraní contemporánea; Abdulhossein Zarinkoub

Autor: 

Zarinkoud nació el 19 de marzo de 1923 (27 de isfan de 1301 del calendario iraní) en Borujerd, Irán en el periodo de transición de la monarquía Kayar a la Pahlavi. El clima social y político de la década del 20 en Irán corresponde a un periodo de grandes eventos que tendrían su culminación con la Revolución Islámica de 1979. Un año antes del nacimiento de Zarinkoud, en febrero de 1921, Reza Shah Pahlavi da un golpe de estado con el que se convierte en la personalidad política de más fuerza de Irán. En 1923, año del nacimiento de nuestro autor, el monarca kayarí Ajmad Sah abandonó finalmente  Irán para ir a Europa, pero solo es en octubre de 1925 cuando es depuesto oficialmente por el Majlis (Asamblea consultiva nacional) bajo la presión de Reza Pahlavi; de este modo, la asamblea declaró el fin del gobierno Kayar. En ese momento es nombrado sah Reza Pahlavi como nuevo monarca de Persia iniciando el reinado de la última dinastía persa.

Rubaiyat (22)

Autor: 

El correr de mi existencia se agotará en pocos días. Pasará como el viento del desierto.

Así, mientras me quede un soplo de vida, habrá dos días que no me inquietarán jamás: aquel que no ha llegado; aquel que ya pasó.

Este rubí precioso procede de una mina aparte.

Nuestras diferentes conclusiones sobre esta materia son erróneas, porque el enigma del verdadero amor se explica en un lenguaje aparte...

Las enseñanzas de Hurriyya

1

Un día pensé en partir. Un jilguero

se posó en mi mano y se durmió.

Me bastaba con acariciar el pámpano de una

parra, deprisa,

para que ella supiera que mi copa estaba llena,

acostarme temprano

para que ella viera mi sueño y prolongara su noche para

velarlo,

que una de mis cartas llegara

para que ella supiera que mi dirección había cambiado

en el seno de las cárceles y que

mis días revoloteaban en torno a ella

y ante ella.

 

II

Mi madre cuenta mis veinte dedos de lejos.

Me peina con un mechón de su cabello dorado.

Busca en mi ropa interior a las mujeres desconocidas

y zurce mis calcetines rotos.

No he crecido en sus manos como deseábamos, ella y yo.

Nos separamos en la pendiente de mármol.

Las nubes nos hicieron señas, a nosotros y

a unas cabras que heredarán el lugar.

 

El exilio nos crea dos lenguajes:

Dialecto, para que las palomas se entiendan

y guarden el recuerdo,

y literal, para que explique a las sombras

su sombra...

Kavus regresa a Irán y despide a Rostam

Autor: 

Cuando Kavus llegó a Irán, el mundo desapareció bajo el polvo que levantaba su ejército, el ruido se elevaba hasta el sol y hombres y mujeres salieron a su encuentro con gritos de alegría. Ellos decoraron todas las ciudades de Irán y prepararon banquetes, música y canciones. El mundo entero rejuveneció a causa de este joven rey y una luna nueva se alzó en Irán. Sentado sobre su trono, hizo venir a las gentes de las ciudades para distribuirles oro. Un gran ruido se hizo en la puerta de Rostam, el del cuerpo de elefante...

Discurso de la abubilla a los pájaros

Todos los pájaros del mundo se reunieron, tanto los que son conocidos como los que son desconocidos y tuvieron entre ellos este lenguaje: "No hay en el mundo un país sin rey; ¿cómo sucede sin embargo, que el país de los pájaros esté privado de él? Es necesario que este estado de cosas no dure por más tiempo; debemos unir nuestros esfuerzos e ir en busca de un rey, pues no hay buena administración en un país sin rey y el ejército está desorganizado".

A consecuencia de estas consideraciones, todos los pájaros acudieron a un cierto lugar para ocuparse de la búsqueda de un rey. La abubilla, toda emocionada y llena de esperanza, llegó y se colocó en medio de la asamblea de pájaros.

Historia de los dos príncipes

 

 

Había dos príncipes en Egipto; uno adquirió ciencia y el otro amasó dineros. En resolución, uno llegó a ser el más sabio de su época, y el otro, faraón. El rico miró con desdén al sabio y le dijo: «Yo he llegado a ser faraón y he aquí que tú sigues en la indigencia». Le respondió: « ¡Oh hermano! Yo he sido el más favorecido por la gracia de Dios, pues soy heredero del legado de los profetas, es decir, de la ciencia, y tú heredero del legado del faraón y Hamán, es decir, del reino de Egipto».

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